Autorretrato de un macho disidente (2017). Un diario abierto al mundo.

 Este periodo de reclusión me está regalando tiempo para, aunque siento que no llego y no lo aprovecho del todo, ocuparme de todas aquellas lecturas (también a ver tanto cine que siempre tiene que esperar) a las que desafortunadamente no puedo ocuparme cuando se activa la rutina, sobre todo este año que está siendo tan diferente para mí. Un año de tránsito, de trabajo propio de hormiga, esa que se obliga a mirar el invierno para no desanimarse porque sabe que tarde o temprano tiene que llegar. Pero por fin me he puesto manos a la obra con Autorretrato de Un Macho Disidente, de Octavio Salazar, tras lecturas suyas rápidas y más precoces (por mi parte), y lo he devorado en apenas dos días. Dos intensos días marcados por una lectura emocionante e inspiradora que me ha acercado a la figura de un hombre que admiro ahora por muchas más razones de las que creía. Siempre se comete un acto de valentía al escribir un libro, pero el ejercicio que hace Octavio de desnudez a todos los niveles en esta autobiografía novelada, donde da absolutamente igual qué es real y qué no, no tienen parangón a nada que haya leído antes. Tanto es así que me ha sido prácticamente imposible subrayar, señalar o marcar porque no puede seleccionarse un párrafo sin ser injusto con todo el texto que dejas atrás. Un texto visceral y apasionado.

En estas páginas he conocido a un hombre en gerundio, como muy bien él señala, que se entiende siempre cambiante y que no da nada por sentado. Un hombre que se mira y revisa para borrarse esa herencia maldita de la que habla Ángelo Néstore en el precioso poemario Hágase Mi Voluntad. Un hombre que muy bien apunta que la contradicción es signo de inteligencia y no lo contrario. Y un hombre comprometido con una causa, la feminista la cual, en parte, desde la distancia, y sin él ser consciente, me ha inculcado a también mí.
Me han maravillado todas las historias de amor que vuelcas en el libro, tan diferentes entre sí, los viajes a la infancia, la revisión de los recuerdos, las miradas hacia dentro, y tu actitud política en lo público y en lo privado; dentro y fuera. Me guardo muchas de las frases, conceptos y reflexiones que ahora pasarán a formar parte de un imaginario propio que también está en continua deconstrucción y del que ocupas parte.

Comentarios