Silencio administrativo. La pobreza en el laberinto burocrático (2019). La fealdad de la pobreza.
"La pobreza es fea, es difícil de mirar. Es incómoda[...]Los queremos beatíficos, agradecidos, puros de corazón, impecables. Que no digan una palabra más alta que otra. Que den siempre las gracias y no insistan. Que se acerquen un poco pero que se retiren enseguida. Que gasten nuestras limosnas en lo que nosotros decidamos que las deben gastar. Que no hay ni una sola tacha en su pasado, ni un desliz".
Sara Mesa activa el volumen hasta ponerlo al máximo sobre una de las rémoras más insonorizadas de nuestro presente: el alto índice de pobreza (extrema) en España. De sinhogarismo. De personas que no poseen un techo en el que cobijarse ni alimentos para nutrirse.
Mesa hace mucho ruido sobre cuestiones blindadas como la peligrosidad de la caridad para paliar la culpa frente a la toma de de conciencia y su consecuente traducción en actos de justicia, el perverso y críptico entramado burocrático que empiedra el camino de quien se decide a intentar apostar por una vida digna a través del proceso exigido, la tecnología como alma de doble filo en la aceleración del desarrollo de dicho tipo de procesos para quienes no tienen la opción de acceder a ellos, la alarmante e irresponsable falta de información y de soluciones integrales que realmente atajen las brechas y no se queden en la superficie, la creciente feminización de la pobreza y la insondable deshumanización a la que se ven sometidas las personas pobres al perder cualquier atisbo de libertad.
Un texto muy incómodo.
De muy recomendable lectura para todas aquellas personas que ponen en duda la necesidad de una renta mínima vital para TODOS. Ya está bien de mirar y acusar en la dirección equivocada.
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